Un susto más

Falta la confirmación de la resonancia, pero todo apunta a que los de Ángel Romero será menos grave de lo que se pensó en un primer momento. Según el diagnóstico inicial, el pivote sufre un esguince de grado dos o tres del ligamento interno de su rodilla derecha. Una lesión dolorosa, pero no muy grave.

La jugada fue de auténtica mala suerte y muy rápida, tanto que ni el propio jugador la recordaba cuando salía de la clínica Los Manzanos con el médico del club, Pedro Terrero. Romero recibió el balón en siete metros y Malumbres, ante la ausencia de defensa, decidió ir a por él. El peor parado en el choque fue el valenciano, que cayó al suelo con evidentes gestos de dolor. El instinto llevó al jugador a levantarse para caer de nuevo en el centro del campo agarrándose la rodilla lastimada.

Los peores presagios planeaban sobre el Palacio de los Deportes. Y no era para menos porque el jugador tuvo que ser ayudado para acceder a los vestuarios.

Ángel pudo ver desde la boca de vestuarios los últimos minutos de la primera mitad y en el descanso, Pedro Terrero decidió llevarle a realizar una exploración que descartó una rotura. El rostro del jugador era otro cuando salía de la zona de Urgencias de la clínica. Con la pierna inmovilizada, Ángel sonreía de alivio, porque la lesión era menos grave de lo que se había pensado en un primer momento, aunque aún le quedaba la peor parte de todo: llamar a sus padres.

Ángel y el doctor Terrero regresaron desde el hospital al Palacio para dar la enhorabuena a la plantilla y todos se sorprendieron al verle. Fue un alivio generalizado para la plantilla, que en la sala de prensa le había dedicado el triunfo. Uno de los que más tranquilo respiró fue Pepe Novelle. El canario no asimiló bien que se llevaran a Ángel lesionado. Por fortuna, y a falta de la resonancia, la recuperación del valenciano será rápida.