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COLPISA
Lunes, 18 de febrero 2008, 01:51
Estaban viendo un combate de perros y de repente el caos. Al menos 80 personas fallecieron ayer en un atentado suicida en la ciudad de Kandahar, al sur de Afganistán. Cuerpos y miembros yacían entre botas, ropas y celulares que sonaban ensangrentados poco después de la explosión, según el gobernador de la provincia, Asadulá Jalid, que atribuyó el ataque a los talibanes, los «enemigos del país».
Más de 500 personas se habían congregado para asistir al combate de perros, dijo el testigo Abdul Karim, aficionado a la muy popular diversión, prohibida durante el gobierno de los talibanes. El suicida aprovechó la aglomeración de cientos de lugareños alrededor de la competición para perpetrar el ataque.
«La pelea había comenzado apenas entre dos perros. De repente escuché una fuerte explosión cerca de un vehículo de la Policía. Luego vi mucha gente muerta y herida», añadió Karim. En Afganistán, este tipo de competiciones suelen tener lugar al aire libre, en explanadas y áreas abiertas.
Policías de refuerzo acudieron al lugar de la explosión, mientras vehículos de particulares y ambulancias conducían a los heridos a los hospitales. Decenas de personas aterrorizadas gritaban y corrían por todas partes, según un testigo. Un adolescente que lloraba, Yaqoub, dijo: «Mi hermano murió. Tenía 23 años. Nos habíamos reunido para comer algo» durante las peleas.
Wali Karzai, hermano del presidente Hamid Karzai y jefe del consejo provincial de Kandahar, dijo que no tiene duda de que el ataque fue perpetrado por los talibanes.
Talibanes
«¿Quién puede llevar a cabo ataques suicidas? Obviamente son los talibanes los que hacen ataques suicidas», dijo. La explosión es la más grande que haya afectado hasta ahora a la ciudad de Kandahar, añadió. Y también la país.
Se trata en efecto del atentado más sangriento realizado en esta ciudad, que fue bastión de los islamistas radicales antes de ser derrocados por una coalición internacional y que desde entonces llevan a cabo una sangrienta insurrección. La insurgencia talibán no ha reivindicado la autoría del ataque, algo que no acostumbra a hacer cuando los atentados causan la muerte de muchas personas.
Algunos testigos aseguraron haber visto tras la explosión a varios guardaespaldas del ex dirigente talibán Abdul Hakeem abrir fuego contra la multitud.
El último atentado suicida en la ciudad de Kandahar fue el pasado 12 de diciembre con un coche bomba contra un convoy del Ejército afgano, que dejó un saldo de un civil muerto y cuatro heridos, entre ellos un soldado afgano.
Los talibanes, que gobernaron entre 1996 y el 2001, hicieron en el 2007 unos 140 ataques suicidas en Afganistán. El año pasado, uno de los peores de la insurgencia, dejó un saldo de 6.000 personas muertas.
El pasado 6 de noviembre, 75 personas murieron, entre ellos 59 escolares y cinco profesores, en un atentado contra una comitiva parlamentaria en Baghlan, norte de Afganistán, según el Ministerio afgano de Educación, aunque algunas fuentes elevaron el número de muertos a ochenta.
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