Gustavo, adelante

Uno que entra, otro que sale. Mientras Pepe Novelle se recupera (bien) de su nariz rota y recién operada, el pivote cántabro Gustavo Alonso ha recibido por fin todos los parabienes para reincorporarse a la plantilla y a los partidos.

Gustavo Alonso se lesionó en el tercer partido de liga, el 29 de septiembre ante el Teucro. Un choque fortuito pero con muy mala fortuna le dejó tirado en el parqué en la segunda parte de aquel partido. El diagnóstico fue una rotura del arco cigomático izquierdo, es decir, el pómulo. Alonso fue operado tres días después, el 2 de octubre, en Barcelona.

Y desde entonces, recuperación. Alonso, tras unos días de dique seco, empezó luego a trabajar con sus compañeros pero a un ritmo necesariamente menor, con máscara y evitando el choque. Lo cual. para alguien que juega de pivote, es como pedirle a un zurdo que utilice sólo la derecha.

Ahora, por fin, la última revisión le ha dado el visto bueno. Su pómulo está soldado, incluso tiene ahora más resistencia que antes de la lesión. Alonso, así, saltó ayer por fin al Palacio sin máscara y con muchas ganas de volver a la faena. Algo que sin duda hará el sábado, ante el Ademar León.

Otros lesionados siguen con sus sesiones particulares de trabajo. Es el caso de Diego Pérez Marne. El leonés afronta ahora otra fase de la recuperación, no menos dura: volver a correr, y hacerlo bien. No es tan fácil, porque tras una lesión tan larga el jugador corre el riesgo de adquirir vicios que al final repercutan en su recuperación. Ayer, Diego Pérez Marne tuvo una ayuda de lujo: Juan Carlos Traspaderne, uno de los atletas riojanos de mayor calidad de la historia, estuvo en el Palacio trabajando la técnica de la carrera con el leonés, y corrigiendo defectos.