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AGENCIAS
Lunes, 22 de octubre 2007, 02:41
Jorge Lorenzo (Aprilia) apenas se arredra ante los rivales. A sus 20 años parece no temer casi nada: como dirían los castizos, es un
echao p'alante
Que fue un niño piloto en su caso no es una expresión gratuita. La historia de Jorge Lorenzo es una historia de precocidad, porque a los tres años disputó su primera carrera de minicross. Desde entonces nunca se ha detenido, a menudo acompañado por su padre, cuya pasión por el motociclismo fue fundamental en la carrera de Jorge . Aunque la relación paterno-filial se llegó a romper en algunos momentos, el piloto mallorquín demostró su madurez en Malasia, al dedicar sus primeras palabras de agradecimiento a su familia.
En 2002 no pudo participar en las primeras carreras del Mundial porque la edad legal para hacerlo es de 15 años. Ya había demostrado su valía en campeonatos menores, pero fue en Jerez, en el Gran Premio de España de aquel año, cuando cumplió años y pudo debutar en la carrera con la edad reglamentaria.
En ese año, el de su debut, fue vigésimo primero en el Mundial de 125 cc. En 2003 ganó su primer gran premio, el de Brasil, en Río de Janeiro y fue duodécimo con Derbi al final del campeonato. En 2004 fue cuarto y en 2005 dio el salto al cuarto de litro y cambió la Derbi por una Honda. El año pasado se hizo con su primer título mundial con una Aprilia en el último gran premio, el disputado en Valencia, ante su público.
Lorenzo es una persona constante y cuya vida no acaba en los circuitos y en el mundo de las motos. Le gusta leer, estudiar inglés, escuchar música (es un devoto de los Red Hot Chilli Peppers) y escribir sus propias colaboraciones con la prensa especializada.
Este año se ha distinguido por celebrar sus títulos con bromas y escenificaciones al estilo de Valentino Rossi mostrando su pasión por el cine o la música. Ha hecho salir tras la carrera a un doble disfrazado como él, ha imitado a un cantante de rock o se ha vestido de romano. El traje de romano, de los utilizados en la película
Gladiator
Hoy, en el circuito malayo de Sepang, rindió homenaje a uno de sus ídolos, el Rocky Balboa de Silvester Stallone, y dijo que si tuviera que ponerle un titular a su campeonato lo llamaría
Rocky VII
Lorenzo's land
Le gustan los Red Hot, la comedia, Brad Pitt, Scarlett Johansson, Hommer Simpson, y si no hubiera sido piloto habría sido actor. Admirador del piloto italiano Max Biaggi, el año que viene compartirá garaje y equipo con otro transalpino, Valentino Rossi.
Sin duda su relación con el piloto de Tavullia, siete veces campeón del mundo, dará mucho que hablar porque son dos hombres con mucho carácter, ambos campeones del mundo, y van a coincidir en el mismo garaje, con dos motos oficiales. Será un aliciente más para el Mundial de MotoGP. Que no pase nada.
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